FREDDY IN VALPO....

Aquí estoy, nuevamente, escribiendo desde el hermoso puerto de Valparaíso, ubicado en plena costa de la Quinta Región, con un dolor de cólon que lo llevo arrastrando hace ya varios días; sin embargo, éste no es el punto a conversar, pues sólo es un simple detalle, un pequeño malestar estomacal.
Como les contaba, me encuentro habitando en algún cerro de esta hermosa, pintoresca y particular ciudad - puerto, como la he querido denominar. Estaré algunos días paseando por aquí, los cuales espero sean los suficientes para disfrutar y los necesarios para dejar atrás los recuerdos de un 2005 que no fue de los mejores. En este año 2006 espero tomar las decisiones correctas para no arrepentirme después. Para cumplir con ello, dedicaré un tiempo a la reflexión y a la soledad. Me quedaré en una especie de stand bye, en un status quo, para observar y darme cuenta realmente de cuál es la "verdadera realidad" en la que me encuentro inmerso. Quiero dejar atrás las inseguridades y los temores para progresar y darle un mejor cariz a mi existencia. Para pensar esto era necesario que me desconectara, me desapestara de Antofagasta, necesitaba, aunque fuese por unos días, un aire distinto al ya respirado durante un buen tiempo. Me siento libre y sin ojos que me vigilen ni oídos que me escuchen....Estoy lejano de los suelos y recuerdos antofagastinos. Valparaíso atrae y cómo. Quién sabe si mi destino se encuentra distante del árido desierto.
Referente a esta hermosa bahía, declarada Patrimonio de la Humanidad el 02 de Julio de 2003 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), luego de ser nombrada Capital Cultural de Chile el 06 de mayo de 2004, posee sus particularidades, empezando por sus casas, las cuales muchas de material ligero, literalmente, se encuentran apostadas pendiendo de un hilo sobre los verdes cerros que las rodean. Y para que mencionar el tema de las mujeres....mmmmmm...mejor me guardo el comentario jotesco. El clima, aunque sumamente caluroso, ha sido soportable. El entorno porteño huele a bohemia y a tiempo que se detuvo, que lo hace interesante y demasiado atractivo. Respecto de su gente puedo observar que sólo atinan a vivir y habituarse a su entorno, como en todos lados, no obstante me permito hacer un alcance: muchas veces escuché decir que al antofagastino se le tildaba de ser apático, pero en los lugares que he podido visitar observo en su gente esa misma frialdad que a mis coterráneos se les ha adjudicado hasta el día de hoy. Por tal razón, y sin el ánimo de colocar a porteños, capitalinos y rancaguinos en el mismo saco, quiero pensar que esta conducta obedece más a parámetros particulares de comportamiento que a cualidades generales que puedan caracterizar y estigmatizar a sus habitantes.
Sobre Viña del Mar a grades rasgos, una frase: hermano muy distinto a "Valpo" y arribista aspirante a ser como Santiago de Chile. Mucha construcción, mucho mall y tienda exclusiva, mucho extranjero alemán, francés, brasileño, argentino y más de algún provinciano de este largo y angosto terruño. Exagerado anhelo progresista, aunque válido, por cierto.
Y para finalizar, porque en estos momentos me están llamando a tomar té, puedo asegurar que me siento sumamente tranquilo disfrutando de estas mini vacaciones por el litoral central, en esta verdadera Joya del Pacífico. Buenas y calurosas tardes.